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Así comenzó todo
Posted On : Feb 11, 2020

Cuando me enteré de que cientos de miles de niños estaban llegando solos a la frontera entre Estados Unidos y México,  me di cuenta de que estos niños seguramente no sabían que hay una mejor manera. No solo para ir a Estados Unidos, o Canadá o alguno de los países de Europa occidental. Sea porque los invade la curiosidad por saber cómo son esos lugares, porque quieran estudiar un posgrado, hacer una investigación que no es posible en su propio país, o escapar del crimen, la represión estatal o la pobreza. La motivación aumentó al notar que la gente de los países más pobres del mundo no sabe cómo aplicar para estudiar posgrados en países desarrollados y que no se necesita una “beca”. Y me hice la pregunta: qué tal si en lugar de regresar a su país como pandilleros o narcotraficantes, como ha ocurrido con algunos provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador, regresan como científicos, ingenieros, arquitectos, biólogos o como el Dr. Franklin Chang Díaz que regresó a Costa Rica como astronauta de la NASA. Ousman Umar, emprendedor social, también descubrió el poder de la educación:

“sigan alimentando su mente. La solución está en ellos. El verdadero paraíso está en tu mente, está en tu casa, alimenta tu mente y llegaras a donde quieras.”

Este es Ousman Umar contando su historia (primeros cinco minutos) de migrante  desde Ghana hasta Barcelona.


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